EL BANQUETE DE PLATÓN

Visto lo visto en este texto, la idea de belleza que es defendida se ve muy clara; la del alma, la del ser uno mismo, la que perdura. La belleza que es reconocida aquí es la que va más allá del cuerpo y/o percivido por los sentidos "A continuación debe de considerar más valiosa la belleza de las almas que la del cuerpo(...)"
A mi parecer, siendo lo bello solo un concepto, lo realmente bonito son las actitudes y las intenciones con las que vivimos la vida, reaccionando ante estímulos que la vida nos pueda poner delante; porque indistintamente de cómo fuimos educados y qué nos han llegado a enseñar, todos tenemos un alma única (aunque el alma no sea algo real pero habla de ella como forma de entendimiento de "qué somos" "cuál es nuestra esencia") que nos diferencia de cada uno y ahí es donde radica la belleza; en lo único y lo original, lo real, lo propio, lo natural y novedoso. Nadie es igual por completo y eso es bello; la variedad que existe.
Comportamientos positivos también son bellos, aunque los negativos también lo sean pero a su forma. Realmente todo es belleza pero no todos abarcamos suficiente como para decir por experiencia que así es; persona 1 gusta de A, persona 2 de B, persona 3 de C... y así; pero la persona ,1 que le gustaba A, descubre C y también le gusta, que en comparación de B no lo puede ni ver. Eso no significa que B no sea bello, porque la persona 2 si lo aprecia... lo que pasa es que la persona 1 no abarca la capacidad de ver la belleza que la persona 2 si ve...
Así con el abecedario entero (como es en este ejemplo); así con todo. Todo tiene belleza paro no todos somos capaces de verla.
Esto sobretodo pasa como se dice en el texto del alma, pero también es aplicable a lo que es la belleza física, lo que no perdura.
Y es que, como dije al principio del texto, la belleza es abstracto; un concepto que existe pero nadie lo tiene, ni lo ve ni nada.
"no sea, por servil dependencia, mediocre y corto de espíritu, apegándose como esclavo, a la belleza de un solo ser, cual la de un muchacho, de un hombre o de una norma de conducta, sino que, vuelto hacia ese mar de lo bello y contemplándolo, engendre muchos bellos y magníficos discursos y pensamientos en inagotable filosofía, hasta que fortalecido entonces y crecido descubra una única ciencia cual es la ciencia de la belleza(...)"