lunes, 5 de febrero de 2018

CUENTO DE AMOR "TRAGEDIESCO"

Heey!!! A partir de un lai de María de Francia, se nos propuso un ejercicio creativo que se dividía en 3 posibilidades de enfocar nuestra narración.
Yo escogí la tercera, que trataba de narrar una historia inventada donde dos amantes acabasen muriendo en su imposibilidad de estar juntos a pesar de intentarlo, como sucede en el lai, donde ambos mueren en el intento de superar los obstáculos.

Amica mea atemporal
Érase una vez pero aún no, en 3650, una jóven científica, caracterizada por su extensa ambición y su personalidad emprendedora, llamada Haruka. Una apasionada más por las novedades de su tiempo, trayendo consigo la motivación de conseguir hacer realidad avances que siglos atrás solo se le habrían quedado en sueños lejanos.
Cómo lo fue en su momento el poblar Marte o lo que 'la existencia de extraterrestres' llegó a desembocar en paranoias complejas e hipótesis enrevesadas, cuando simplemente estaban y estuvieron ahí desde siempre.
Cómo lo fue en su momento la cura del cáncer, enfermedades incurables...
Todo aquello de lo que éramos conscientes y más; sucesos inconcebibles en la vida de nadie, ni siquiera por los poetas más visionarios del momento.
Un amor ilustrado a años luz de distancia; mundos de separación sin ser físicamente tan distante.
Tan impredecible, como las anécdotas, Haruka al fin dio con el método de los viajes espacio tiempo.
Los mundos paralelos y las paradojas temporales se extendían poco a poco en la mente de la científica a base de pruebas con resultados satisfactorios.
Ver el futuro jamás estuvo tan cerca. Y esque la científica deseaba contemplar lo que aún no se puede.

Con unas cuantas coordenadas y varias bombillas de colores encendidas, logró llegar al momento dónde, al doblar la esquina, conocería a su amor de holopelícula, con quién pasaría a partir de ese punto el resto de su vida.
Pero ella no lo conocería a él, si no que más bien, él la conocería a ella.
Una pequeña desviación provocó que apareciese delante de los ojos del chico, interponiéndose en su camino, no dando lugar a los minutos cruciales que ella venía a ver.
La Haruka del futuro pasó de largo y el chico quedó prendado de la Haruka inconsciente de su ruptura con el porvenir, ya que esta no fue menos en su reacción hacia el jóven.
Ella no venía más que a ser espectadora de lo que ahora había roto.
El espacio-tiempo era alterado con cada minuto que pasaba, pero cada sesenta segundos a su lado ella era más feliz.
En poco los dos lo sabían todo del otro y es que a Haruka la física se le daba de miedo pero vaya química la que sentían en esos momentos.
"Los que están destinados a encontrarse se iban a encontrar", aunque aún eso seguía en el aire como habladurías jamás verificadas, hasta ahora que ya podría ser posible de comprobar; Haruka del futuro se reencontró con la pareja y la reacción de esta fue impasible.
La brecha espacio-temporal se agravó y acabó por rasgarse del todo cuando estás intentaron tener algún tipo de contacto.

El chico quedó atrapado en un bucle donde esos instantes se repetírian como un disco rayado hasta su muerte, mientras ambas científicas compredieron, que mientras se veían mutuamente echas pedazos, que siempre ha sido, es y sería la única mujer de su vida.

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