sábado, 2 de diciembre de 2017

LA ILÍADA

La Ilíada es una epopeya griega y el poema más antiguo escrito de la literatura occidental, atribuido tradicionalmente a Homero. Está compuesta en hexámetros dactílicos. Consta de 15.691 versos y su trama radica en la cólera de Aquiles (μῆνις, mênis). Narra los acontecimentos ocurridos durante 51 días en el décimo y último año de la guerra de Troya. El título de la obra deriva del nombre griego de Troya, Ιlión.
Tanto la Ilíada como la Odisea fueron consideradas por los griegos de la época clásica y por las generaciones posteriores como las composiciones más importantes en la literatura de la Antigua Grecia y fueron utilizadas como fundamentos de la pedagogía griega. Ambas forman parte de una serie más amplia de poemas épicos de diferentes autores y extensiones denominado ciclo troyano, pero de los otros poemas, únicamente han sobrevivido fragmentos.

En clase estuvimos viendo dos textos de la Iliada. En el primero se ve claramente que predomina la narración a pesar de haber algún que otro diálogo. También hay muchas descripciones, ya que de por si tiene epítetos épicos y habla de adjetivos o cualidades distinguibles de los personajes a los que se refiere "en el seno de la nodriza de bella cintura". El texto en sí trata de Héctor despidiendose de su esposa, donde se puede ver lo dura que le es a ambos, ya que este se va a la guerra de Troya.
Se ven muy definidos los roles según el sexo, siendo los hombres encargados de hacer la guerra y decidir la paz, mientras que las mujeres se encargan del ámbito doméstico, de proporcionar satisfacciones al hombre y de dar a luz a los hijos.
En el punto donde aparecen las criadas llorando, se propuso que podía ser porque se compadecían de su ama y empatizaban con la pena que esta sentía debido a la despedida, o bien porque, al ser tan importante en esos tiempos dar a luz a los niños, Héctor pudiese ser el padre de sus hijos también y su partida las afectaba igual que a su propia esposa. No se sabía si Héctor volvería o si perecería en el campo de batalla.
"Pronto llegó Andrómeda al palacio, lleno de gente, de Héctor, matador de hombres; halló en él muchas esclavas, y a todas las movió a lágrimas. Lloraban en el palacio a Héctor vivo aún, porque no esperaban que volviera del combate librándose del valor y de las manos de los aqueos."

En el segundo texto predomina el diálogo, dónde Príamo le pide a Aquiles que le devuelva el cuerpo de su hijo Héctor para que puedan enterrarlo como se debía y es que tuvo que utilizar una "pequeña estrategia" para lograr su propósito ya que Aquiles no se lo iba a dar por las buenas. Esta "pequeña estrategia" se basaba en hacer ver a Aquiles el sentimiento que le movía a suplicarle el cuerpo de su difunto hijo, a partir de ponerle en su lugar al recordarle sucesos similares anteriores que Aqulies ya había vivido para que finalmente se compadeciese de él y aceptase su proposición al sentirse identificado. Acaban llorando ambos por el dolor que suponía que esos seres queridos ya no estaban y Aquiles finalmente da libertad a Príamo para que entierre el cuerpo de su hijo.
Esta escena también aparecería en el cantar de Mío Cid y es que es algo bastamente inusual, ya que los hombres no podían mostrar debilidad, cosa que al exponer los sentimientos conseguían, porque no se consideraba masculino.

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