Luisa nos mandó escribir un cuento sobre un personaje que, como Cósimo, viviese en un lugar extraño y diferente. A mí se me ocurrió que mi protagonista podría vivir en un teatro y a partir de ahí se me fue ocurriendo toda la historia que veréis a continuación.

Selena entró por la puerta de atrás y se quitó la capa negra. Desde el telón de fondo vio que estaban ensayando y decidió no saludar para no interrumpirlos, la obra se estrenaría al día siguiente y necesitaban tenerlo perfecto. Selena fue a los vestuarios femeninos, saludó y giró la estantería, la puerta al pasadizo que llevaba a la guarida. En la mesa de la sala principal solo estaban Peter, Philip y Malcolm, el resto estaría trabajando. Peter era quien nos conseguía los trabajos y hablaba con los clientes que se ponían en contacto con él. Philip era el mejor amigo de Selena, ambos habían llegado allí más o menos al mismo tiempo y se habían entrenado juntos en el arte del robo y el asesinato. Malcolm era el jefe de la banda y el propietario del teatro, aparte de eso era el tío de Selena por lo que le exigía el máximo.
- ¿ Lo tienes?- preguntó Peter.
- Pues claro que lo tengo- dijo Selena lanzándoselo, Peter lo cogió al vuelo y lo examinó.
- No parece que tenga mucho valor - comentó Peter- ¿Lo has robado como te pedí?
-¿ En medio de la calle con todo el mundo mirando y de la manera más brusca posible?- preguntó Selena sarcásticamente. Peter asintió como respuesta- Sí.
-¿Sin veneno?- preguntó Peter.
- Sin veneno- respondió Selena seriamente. Philip que estaba afilando un cuchillo se rio y Selena tuvo que lanzarle una mirada amenazadora para que se callara.- Voy a mi cuarto a cambiarme y luego iré a ayudar a Esteban con los trajes de la obra.
Cuando Selena ya se había girado y se dirigía a las escaleras que llevaban al piso superior su tío la llamó:

- ¡¿Qué?! pues claro que no- dijo Selena haciéndose la loca- Seguro que era alguien que se hacía pasar por uno de los nuestros.
Mientras se alejaba por el pasillo maldijo a ese exagerado y estúpido de Christian. Es cierto que lo había amenazado la noche anterior pero ¿amenazar con degollar a su familia? menudo melodramático. Lo único cierto de aquella historia era que lo había amenazado con una daga. Pero tenía una buena excusa, el día anterior Christian, que no era un Enmascarado, la había estado molestando y ya era la quinta vez que lo hacía. La noche que lo amenazó Cristian había estado molestando a varias chicas y como daba la casualidad que Selena iba con su traje de Enmascarado decidió darle una lección. En ningún momento había sacado el tema de la familia o el dinero.
Selena suspiró y entró a su habitación. Vivir en el teatro le gustaba, llevaba allí más de siete años, desde que su tío la acogió. Todos piensan que la vida de los delincuentes es horrible pero la de los enmascarados no estaba nada mal. Tenías alojamiento ( las habitaciones estaban todas decoradas lujosamente), comida todo los días y vida a todo lujo a cambio de hacer algún que otro trabajito de vez en cuando. Dentro de la guarida se repartían las tareas y cada uno se encargaba de una tarea distinta. En el teatro los que tenían menos experiencia o más tiempo libre ayudaban a Esteban con sus obras. Selena por ejemplo ayudaba a coser los trajes y Philip escribía las obras. Todos los que vivían en el Teatro de las Luces y Sombras debía aportar algo. En el Teatro, cuando se representaban las obras, nunca robaban al público ya que la gente podría empezar a sospechar y descubrirlos. Si eso pasaba mucha gente se quedaría sin hogar y sin comida. Su tío se lo repetía muchas veces, eran como una gran familia y debían protegerse los unos a los otros, y por esa razón no debía revelar nunca su identidad mientras llevaba la máscara. A Selena le hubiera gustado decir que era una heroína, que robaba a los ricos para dárselo a los pobres, pero no dejaba de ser una delincuente y una asesina odiada por todos. Pero era lo que tenía que hacer si quería proteger a su familia y a su hogar. Su vida quedaba reducida a la doble personalidad, la mentira, el robo y el asesinato, era para lo que había nacido, para lo que había sido entrenada y a lo que había dedicado su vida y en el fondo le gustaba y era feliz viviendo. En el teatro Selena se sentía querida y apoyada por todos. El problema es que la felicidad y la tranquilidad no es eterna y que pasaría algo que haría cambiar su vida para siempre.
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